18 nov 2009

¿VICTIMARIOS O VÍCTIMAS?


Hoy no quiero hablar. Me duele el alma. Afortunadamente existe este espacio para expresar lo que siento. Me hubiera gustado “debutar” en la red con cualquier otro tema que no fuera el del dolor, con otro “mood” que no fuera el sufrimiento, pero los hematomas en el cuerpo de Yoani y sus compañeros de lucha están también en muchos corazones, y cuando el corazón llora es imposible acallarlo. Las lagrimas y el dolor en el cuerpo de Yoani y sus compañeros, nos confronta con eso que Hannah Arendt llamó “la banalidad del mal”
refiriéndose a la conducta de Adolf Eichman en cuanto a la “frialdad” con que narró su participación en el extermino de los judíos, sólo como “un trabajo, una función administrativa”, sin mostrar el más mínimo remordimiento.

Este sujeto, también como parte de “ su trabajo” tuvo a su cargo la organización de “los consejos judíos”, organización liderada por algunos “prominentes judíos” para organizar los guetos, censar a la población, elaborar las listas de los que serían deportados para los campos de exterminio, elegir a los que se le confiscarían sus bienes y sobre todo “perseguir” a quienes huían o se escondían, tarea que cumplían celosamente, convencidos de que colaborando con los nazis y sacrificando una parte de los judíos podrían salvarse ellos. Pero como un viaje sin retorno, su inmunidad caducó y el delirio del “exterminio total” alcanzó a los “Judenrat” jefes colaboracionistas).

Investigaciones han demostrado que sin esta colaboración de los propios judíos, la tarea de su exterminio en toda Europa habría sido muy difícil.

Hoy Yoani camina con muletas, sus compañeros sufren también las consecuencias de los golpes infringidos por un “Judenrat”, pero el más grande de los dolores no está en los “vasos rotos” que le propiciaron los hematomas y otros daños, el grandísimo y profundo dolor es que esos “colaboracionistas” no consigan un empleo más noble en un “país de oportunidades” donde faltan maestros, médicos, agricultores, etc. o quizás ni siquiera sepan que existió un “Judenrat” que contribuyó al exterminio de millones de seres humanos de su misma raza y religión, porque con los que él colabora, quizás tampoco lo sepan, pero ellos son el “Judenrat”, cobardes colaboradores del abuso, la injusticia, la persecución, la violación de los derechos más elementales del ser humano, y que también su viaje es sin retorno y su inmunidad caducará, entonces caerá sobre ellos con esa misma fuerza el peso de la justicia. Porque algún día habrá justicia.

Para entonces, quizás también sufran de hematomas en sus corazones al sentirse engañados en lo que, otorgándoles el beneficio de la duda, ellos hayan estado convencidos que era una “noble y enaltecedora tarea”, “defender la revolución”, sin reconocer que él, como Yoani y sus compañeros son unos “parias” en un país sin justicia, ni ley.


                      ¿Se acabará algún día el lote inicial de la impura sal
                        que hace efectiva la pócima de Jekyll?


                                ¿Sobrevivirá Hyde sin la pócima?



                                    ¿Coexistirán JekyllHayde?




                                            
                                    ¿Es un conflicto para ambos ….?
 

      



 ¿Y si soy el mayor de los pecadores, seré también la mayor de las víctimas?

                                                         Henry Jekyll

5 comentarios:

Maria D. Torres dijo...

Bienvenida a un lugar en el que deberías haber entrado hace tiempo!! pero nunca es tarde. Que bueno encontrarme con tu post esta mañana (no tan alegre el tema, pero no nos caigamos a mojones que aquí la cosa no esta alegre).
Un beso grande y sigue, que aquí te espero

MEPA dijo...

Querida Kamarada!...Bravo por tu blog, escogencia de drenaje, creatividad y crecimiento.
Je t´aime!

Kenia Campano dijo...

Gracias a todos,

Unknown dijo...

Kenia, un gran abrazo y felicitaciones por tu Blog. Buen tema para despertar conciencias (e impecable tu redaccion)...
Espero seguirte leyendo...
JJ

Unknown dijo...

Hola amiga
En mi propio desasosiego llegó tu mail, diciéndome de tu blog. Entré, leí, y aquí estoy frente a mi laptop ... acordándome de Arthur Koestler cuando dice que grita y grita desde un bosquecito cercano desde donde ve la ciudad y nadie oye. Hace 50 años que estamos hablando desde ese bosquecito. Es tanto tiempo que nos cansamos, y volvemos a empezar, y así varias generaciones.
Gracias por aumentar mi desasosiego. Te quiero mucho